Como cada agosto, el Barrio Formoseño fue anfitrión de la fiesta en honor a San Cayetano. La devoción al santo llegó a esta zona de Carcarañá en la década del 70, impulsada por vecinos comprometidos que hicieron crecer esta celebración año tras año.
Con el tiempo, se construyó el oratorio, donde la comunidad del barrio y feligreses de toda la Parroquia se reúnen para participar de la Misa. El encuentro culmina con chocolate caliente, mate cocido y los tradicionales pancitos, en un clima de camaradería y fe.
Este año, la jornada también contó con números musicales que pusieron el broche festivo a una tradición que sigue viva en el corazón de los carcarañenses.
A continuación imágenes del festejo