El profesor Víctor De Pascuale lleva 43 años vinculado al Taekwondo y desde hace 31 dirige la escuela de esta disciplina en el Club Atlético y Biblioteca Carcarañá, donde ya han rendido más de 780 alumnos. Con emoción y gratitud, agradece al club por el apoyo y el espacio sostenido durante tantos años.
Tras haber alcanzado el séptimo Dan, una categoría que permite fundar su propia escuela. Nace el Centro Integral de Taekwondo, con sedes en Carcarañá, Funes, Roldán y San Jerónimo.
Víctor destaca que el Taekwondo no es solo una técnica de defensa ni un deporte competitivo: es una práctica integral que entrena cuerpo, mente y corazón. Aporta beneficios físicos como flexibilidad, elongación, control corporal y mejora de problemas articulares y óseos. Pero también desarrolla la atención, la observación, la seguridad personal y la capacidad de “leer” al otro.
Con pasión y convicción, afirma: “La esencia del Taekwondo es el camino del corazón. Nos forma desde lo físico, pero también nos conecta con lo que realmente nos hace bien.”
Más que formar cinturones, Víctor forma personas. Y su legado, desde el corazón, sigue creciendo.
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