En el caso de los adultos, el trabajo viene sosteniéndose desde hace dos años con muy buena participación. Allí se conforman dos grandes grupos: por un lado, el grupo de competencia, integrado por los jugadores más avanzados; y por otro, las categorías C y D, que reúnen a quienes se acercan con un perfil más general. Las prácticas se desarrollan los días lunes, miércoles y viernes, lo que permite un entrenamiento constante y progresivo.
Las diferencias entre los grupos se establecen principalmente a partir de la edad de inicio y el nivel alcanzado. De todos modos, el espíritu de las clases es inclusivo: están adaptadas para que cada jugador pueda participar y mejorar, sin importar si tiene experiencia previa o si recién comienza a tomar la raqueta. El objetivo es que todos encuentren un espacio de aprendizaje, recreación y superación personal.
Con la llegada de la primavera, el clima también acompaña y comienzan a perfilarse torneos y encuentros que servirán no solo como instancias competitivas, sino también como oportunidades para compartir y seguir fortaleciendo la comunidad del tenis en el club.
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