Mariela Rodríguez vive a la vera de la Ruta 9, en dirección a Correa, del lado izquierdo del puente. Su casa fue alcanzada por la crecida del Río Carcarañá, pero gracias a su rápida reacción logró salvar la mayoría de sus bienes.
Al ver que la lluvia no paraba, empezó a sacar todo de la casa. Sabía que el agua iba a llegar con fuerza. Durante toda la noche retiró pertenencias junto a su familia, a la espera de la creciente mayor que se produjo alrededor de las 3 de la madrugada.
En un primer momento, los bomberos de Correa le acercaron bolsas de arena, pero las barreras no alcanzaron. Finalmente, el agua ingresó con intensidad, obligándola a dejar la vivienda y sumarse a los vecinos evacuados.
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